viernes, 4 de diciembre de 2015

Me pregunto que seré cuando muera. Ojala me reencarne en un pájaro, así podría volar libre por el cielo. No tendría ataduras ni obstáculos. Ojala nunca muera. Ojala pudiera vivir eternamente, para aprender y aprender cada día como se vive la vida, aprender de verdad como ser feliz. Y no feliz de mentira, como nos enseñan en la televisión, ¡No! Feliz de verdad. Feliz sin depender de las cosas materiales, feliz sin que me importe la opinión de los demás, feliz siendo simplemente yo y sabiendo amar. Es una pena que pocas personas sepan lo que significa esto de verdad, porque la felicidad no trata de cuanto tienes o de cuanto vales, no somos objetos que se pueden comprar, sino de cuan grande es tu capacidad de sentir. Y hablo de sentir con el alma, de cuando se te eriza la piel al oír esa canción, cuando te mueres de los nervios porque le ves, cuando los echas de menos al ver sus fotos, cuando ríes por lo tonta que eres o de cuando cierras los ojos y te dejas llevar por la música. 

Eso es la felicidad...  
                                     ....dejarse llevar por la melodía más bonita.




martes, 7 de julio de 2015

Sentí una extraña melancolía al despertar. Algo parecido a la tristeza que siente el niño que nunca supo de su padre. Corrí velozmente hacia el bosque, necesitaba perderme y desaparecer por un instante en su espesura. Solo quería estar sola donde nadie me pudiera encontrar para descansar mi malestar y purificar mi alma. Observaba la arboleda, el vaivén de los arboles con el viento, respiraba y expiraba con ellos. Me sentí libre y me pregunte si es posible odiar y amar a la vez algo que te hace sentir única y rechazada.



domingo, 5 de julio de 2015

La silla desde la cual mi madre miraba por la ventana se encontraba vacía. Seguramente habría salido a comprar el pan y volvería cargada de fresones y moras. Para mi era de esas personas que se sacrificaban por los demás y en el fondo la admiraba por ello, pese a que ella no lo supiera. Aquella mañana fui yo quien ocupo su silla. En cuanto me senté apoye los pies en el marco de la ventana inclinando me ligeramente y dirigí mi mirada hacia el cielo. El viento desplazaba lentamente las nubes que ocultaban al sol y jugaban con sus rayos creando un juego de luces que observaba absorta mientras dejaba consumir mi cigarro. En ese momento me sentí llena de dicha y de paz, y pensé como algo tan simple me podía hacer feliz. 



jueves, 12 de febrero de 2015

Sientes el fuego que corre por tus venas, te quema por dentro y no puedes sacar la energía, te cuesta expresarte porque te anulas, siempre lo has hecho, y a día de hoy, llega un punto que prefieres morir a seguir de esa manera. Sabes cual es tu vocación, te conoces lo suficiente y tienes el mundo a tus pies, lo tienes todo, realmente, para triunfar en la vida, pero sin embargo no sabes porque algo te para, te tiene paralizada desde hace mucho tiempo, te distrae y aturde, y no sabes que es, ni porque te pasa,¿miedo? te preguntas, quizás, pero es más pasivo lo que te ocurre... ceguera, ceguera de la realidad, tonta de ti, que no quieres ver el mundo a tus pies por miedo a sentir, te has quedado tan estancada y cómoda en ese segundo plano de la vida que lo ves todo pasar a través de un cristal, mientras imaginas como podría ser si te atrevieses a romper con lo que te bloquea, y no lo haces por miedo a sentir, por miedo al cambio, quien lo iba a decir, de ti, la gran aventurera que soñaba con viajar y descubrir mundo, ahora te has dado cuenta de que eres una cobarde y de que no estas tan preparada para el mundo como pensabas, por eso te encierras en tu burbuja hermética. Si la niña que un día fuiste hablara, nada bueno podría decir de esta joven temerosa. No vale decir '' no tengas miedo'', ''tu puedes'', no vale eso no sirve de nada sino actúas, es solo una retahíla de palabras, como este texto, que mañana olvidare, de nada servirán, las propuestas, los retos inalcanzables o las metas, de nada, sino se actúa, si estas estancada... que asco de todo, y de nada.

lunes, 2 de febrero de 2015

Start and end

Si tus sueños se alejan cada vez más de tu realidad y tus ilusiones y esperanzas vuelan como la pólvora ante el fracaso, es porque aún no te has hecho de acero, pero si continuas luchando, aunque sea desde abajo, es que algo dentro de ti te impulsa hacia arriba. Y si la ilusión perdida vuelve gracias al triunfo cosechado pero se esfuma ante el más mínimo fallo, es cuando empiezas a decaer, y en lo más hondo de tu ser, entristecida ves que nada cambia, y que nada se hace realidad, aunque a pesar de todo tus ganas de encontrarte y de avanzar son lo único que te mantiene en pie, y poco a poco comienzas a observar, que cada vez que caes, te levantas, y lo haces más fuerte y empiezas a amar las caídas, como quien se tira al vacío con un paracaídas, sientes la adrenalina, el coraje del momento, la angustia del fracaso, el dolor del golpe, la muerte, el fin, el comienzo, el comienzo de algo y no sabes del que, pero da igual, es solo un comienzo y nos gusta el misterio.


domingo, 1 de febrero de 2015

Un beso para a eternidad

Si la música volviera a sonar, respirar profundamente es lo primero que haría, después tus dedos, uno a uno cogería para entrelazarlos entre los míos y nuestras manos al fin juntar. El ritmo de nuestros corazones se aceleraría y los segundos parecerían minutos y los minutos, horas. El tiempo se detendría para los dos y congelados nuestros cuerpos se abrazarían sin querer, pegados el uno junto al otro, tan cerca que el sentir de tu respiración mi bello erizaría, y el ardor de tu boca y el delirio de tu mirada en un beso tendría que acallar, fundidos nos hallaríamos entonces en ese hipotético instante y solo si la música volviera sonar.





jueves, 29 de enero de 2015

Tú, mama

Me estoy convirtiendo, sin querer, en tu sombra. Opaca y preocupada. Asustadiza y desconfiada. Cada día que amanece me pregunto que haré de comer, que falta por limpiar, como organizare mi tiempo hoy, entre otras tareas que tú solías hacer. Cada vez me fijo más en mis fallos y en tener todo perfecto, tal y como me insistías siempre. Cada vez soy más infeliz, como tú mama. Porque te pasaste la vida preocupada en aparentar que todo marchaba bien y mirando por aquella ventana te preguntabas aburrida ''¿Qué sucederá allí a fuera?'', en vez de salir a la calle para verlo con tus propios ojos. Te olvides de ti, mama. Olvidaste a la niña que soñaba con ser actriz y las ilusiones de tu juventud. Casi no recuerdo, siquiera, cuando fue la última vez que te vi reír, creo que ni te recuerdo feliz. Por ese motivo, solo deseó que algún día cuando vuelva a mirar otra vez esos ojos indecisos su brillo me cuente lo maravillosa que es la vida y que sean los míos quienes te vean reír a través de aquella ventana. Solo pretendo, mi querida madre, que vuelvas a quererte la mitad de lo que yo te quiero a ti, porque mi único sueño es verte sonreír.